MAKTUB

Mucha gente me pregunta el por qué de esa extraña palabreja que hace ya muchos años se convirtió en la cabecera de mis e-mails. Un termino rara vez escuchado por estos lares, que siembra la duda razonable y la curiosidad por situarlo.

Mi proposito con estas líneas no es sino lanzar, una vez mas, una opinión versada en cuanto a su significado etimológico y una reflexión interior verdaderamente criticable en cuanto a su subjetividad.

La palabra "Maktub" quiere decir "está escrito" en Árabe, de tal modo que cada evento que sucede ya está predeterminado a suceder. Indefectiblemente, dentro de esta palabra y su significado también se alberga el sentido de poder cambiar nuestro propio destino. Cada acción que realizamos nos lleva a un determinado lugar y a un determindado momento, que no necesariamente tiene que estar pre-escrito. Lo que si cobija este término es que tarde o temprano hemos de llegar al lugar que buscamos, tomemos el camino que tomemos.

La vida es un largo camino, con piedras y bifurcaciones, con bajadas y subidas en las que a veces nos deslizamos y otra veces debemos esforzarnos por dar cada paso. (La rueda del Dharma simboliza bien este aspecto relacionado tambien con el mecanismo de la aprehensión, deseo, sufrimiento y liberación a través del Óctuple Camino). Aun así, elijamos lo que elijamos siempre hemos de llegar al final de este camino, el cual vendría siendo el propósito de nuestra vida. No sabemos que nos espera al final de esta ruta, solo estamos seguros de que existe, lo intuimos y sentimos que día a día nos acercamos más a El.

Me gustaria terminar parafraseando a un gran autor como es Paulo Coelho (y al que debo el descubrimiento de este termino aqui expuesto) en su libro "maktub". Un compendio de relatos cortos que de vez en cuando desempolvo para mi disfrute.

"Si aún sigues vivo, es porque todavía no has llegado a donde debías"

UNA ILUSIÓN RETRATADA

Gracias, cariño mio. Te amo!......Hace unos dias mi mujer se dispuso a enviar una foto de mi ultimo viaje por tierras andinas a un concurso fotografico de Lonely Planet. Mi guia de viajes preferida, mi querida "Loly" (como asi nos gusta llamarla) que tantas veces nos ha acompañado en los preparativos de cada viaje, en la propia aventura y en un sinfin de noches de ilusiones (te acuerdas Lore de tantas horas de planificacion ilusionante en nuestros viajes a La India, a Escocia.......), rutas, pensamientos transportados a aquellos lugares que algun dia veremos. Una especie de "sacta Sanctorum" del universo mochilero se habia cruzado en mi camino en forma de ilusion por ser el ganador entre mas de 1000 fotografias.


El premio?? Una guia del Sudeste Asiatico para mochileros que nos llega a casa puntual a su cita de mantener viva la llama para descubrir el mundo como nos gusta a nosotros. Sentados en una plaza viendo pasar a la gente. Imaginando como serán sus vidas en cada lugar. Comiendo lo que allí se come y donde allí se come. Durmiendo donde toca. Preguntando a la gente y recibiendo toneladas de humildad, respeto y sabiduria aplastante. Respondiendo a sus curiosidades del otro mundo. Montando en un autobus renqueante para que te lleve allá donde van otros, sin saber cual es ese allá. Un pequeño gran premio que me ha llevado a escribir estas lineas. Porque quiero agradecer el hecho de poder mirar, y de poder intentar ver. Sin juzgar.

Que sirva tambien este pequeño gran premio de mi querida "loly" para agradecer, honrar y admirar a mis compañeros "peruanos" de España. Alex y Miguel; dos grandes mochileros. Amigos con mayúsculas que tuve la suerte de conocer por casualidad. Dentro de una furgoneta camino del Cañon del Colca, a casi 5.000 metros de mal de altura presentabamos nuestras ilusiones solitarias para recorrer buena parte de ese majestuoso, hipnotico y caotico pais. Alli se disolvieron en una sola hasta el punto de esperarme un dia entero en el Cusco. Mi ruta planeada por el Lago Titicaca y la posibilidad de conocer a la etnia Qechua hizo que tuvieramos que volver a separarnos, no sin antes prometernos que nos veriamos en medio del valle Sagrado, a unas 10 o 12 hrs tanto de tren como de autobus por carreteras y vias que afilaban los Andes Peruanos. Mi homenaje mas sincero a estas dos grandes personas.

Pero, sobre todo y ante todo, a mi mujer. Gracias a Lore puedo sentirme libre de viajar como siempre me ha gustado hacerlo. A lugares que por tiempo, familia y trabajo no podria hacer sin su apoyo, su animo y su aliento (ella misma pinchó desde casa en la compra de los billetes del vuelo. Mi unica reservacion junto con la "obligada" y anhelada visita al sagrado Machu Pichu, por cuestiones de aforo).
Estando solo junto a mi mochila la sentí mas cerca que nunca. Grabar en mi retina cada momento emocionante, cada recuerdo y cada esfuerzo me reconfortaba porque sabía que luego lo compartiriamos juntos. En casa. Porque sin élla, esta foto, mas allá del circunstancial premio, no tendría ningún sentido.

Gracias "Loly" por darme recuerdos para compartir